1.- LA MOTIVACIÓN Y SU IMPORTANCIA La
motivación es una atracción hacia un objetivo que supone una acción por parte
del sujeto y permite aceptar el esfuerzo requerido para conseguir ese objetivo.
La motivación está compuesta de necesidades, deseos, tensiones, incomodidades y
expectativas. Constituye un paso previo al aprendizaje y es el motor del mismo.
La ausencia de motivación hace complicada la tarea del maestro/a. También decir
que la falta de motivación por parte del alumno/a queda a veces fuera del
alcance del maestro/a. La motivación escolar es un proceso psicológico que
determina la manera de enfrentar y realizar las actividades, tareas educativas
y entender la evaluación que contribuye a que el alumno/a participe en ellas de
una manera más o menos activa, dedique y distribuya su esfuerzo en un período
de tiempo, se plantee el logro de un aprendizaje de calidad o meramente el
cumplimiento de sus obligaciones en un contexto del que trata de extraer y
utilizar la información que le permita ser eficaz. Es frecuente encontrarse con
la queja de muchos maestros y maestras de que sus alumnos/as no tienen interés
por aprender, que no se esfuerzan ni parecen mostrar interés por lo que la
escuela les ofrece. La cuestión es saber qué hay en el contexto inmediato o
remoto, que define el significado de la actividad escolar para el alumno/a, que
resulte motivante para algunos alumnos/as o para un alumno/a en determinados
momentos y desmotívante para otros, y por qué. La forma de organizar la
actividad, el tipo y forma de interacción, los recursos, los mensajes que el
maestro/a transmite, la evaluación,... unas veces motivan a los alumnos/as y
otras no. Idea que determina la motivación -la aceptación o rechazo de la
tarea, la persistencia en la realización de la misma o el retorno reiterado a
ella sin que medie fuerza coercitiva alguna-. Este hecho ha llevado a los
psicólogos/as a estudiar qué tipos de motivación y metas persiguen los
alumnos/as, de qué modo influyen en su comportamiento y qué variables
contextuales influyen en que se perciba en un momento dado la consecución de
unas como más viables que las otras.
2.- LOS
TIPOS DE MOTIVACIÓN Antes de explicar los distintos tipos de motivación debemos
comentar que éstos se basan en los factores internos y externos que engloban al
alumno/a. Podemos clasificar la motivación y metas que los alumnos/as persiguen
y que determinan su modo de afrontar las actividades escolares en cuatro tipos:
2.1.- Motivación intrínseca Relacionada con la
tarea. La asignatura, tema o centro de interés que en ese momento se está
estudiando despierta el interés. El alumno/a se ve reforzado cuando comienza a
dominar el objeto de estudio. Distinguimos, a su vez, tres tipos: a)
Experimentar que se ha aprendido algo o que se va consiguiendo mejorar y
consolidar destrezas previas, el deseo de incrementar la propia competencia. b)
Experimentar que se está haciendo la tarea que se desea hacer para su interés,
sino porque uno lo ha elegido. La experiencia emocional que produce la
percepción más o menos consciente de este hecho es gratificante. c)
Experimentarse absorbido por la naturaleza de la tarea, superando el
aburrimiento y la ansiedad, por lo ella tiene de novedoso y revelador sobre
algún aspecto de la realidad o sobre uno mismo.
2.2.- Motivación relacionada con el “yo”
Relacionada con el autoconcepto y la autoestima. Al intentar aprender y
conseguirlo vamos formándonos una idea positiva de nosotros mismos, que nos
ayudará a continuar con nuestros aprendizajes. Las experiencias que tienen los
alumnos/as van formando poco a poco el autoconcepto y la autoestima. Es el
deseo constante de superación, guiado siempre por un espíritu positivo. Esta
situación hace que los niños/as busquen una de estas dos metas: a) Experimentar
que es mejor que otro o, al menos, que no se es peor que los demás. Equivale a
experimentar el orgullo que sigue al éxito en situaciones competitivas. b) No
experimentar que se es peor que otros. Equivale a evitar la experiencia de
vergüenza o humillación que acompaña al fracaso. Son parcialmente
independientes, se trata de metas cuya consecución no tiene importantes
repercusiones sobre la autoestima y el autoconcepto.
2.3.- Motivación centrada en la valoración
social Relacionada con la aceptación y la aprobación que se recibe por parte de
las personas que el alumno/a considera superiores a él. La motivación social
manifiesta en parte una relación de dependencia hacia esas personas. Esta
situación hace que los niños/as busquen una de estas dos metas: a) La experiencia
de aprobación de los padres/madres, maestros/as u otrosadultos importantes para
el alumno/a y la evitación de la experiencia opuesta de rechazo. b) La
experiencia de aprobación de los propios compañeros/as y la evitación de la
correspondiente experiencia de rechazo. La consecución de estas metas puede ser
instigadora importante de la motivación por conseguir los objetivos académicos,
si bien cuando es la única fuente de motivación, éstos adquieren valor
instrumental.
2.4.- Motivación relacionada con la
consecución de recompensas externas En este caso estamos hablando de los
premios, regalos que se reciben cuando se han conseguido los resultados
esperados. Este tipo de metas (conseguir un premio, un regalo, etc.) tampoco se
relaciona directamente con el aprendizaje o el logro académico, aunque pueden y
suelen utilizarse para instigarlo. 3.- ¿CÓMO MOTIVAR AL ALUMNO/A? Para saber
como motivar debemos tener en cuenta algunos de los siguientes aspectos: •
Explicar a los alumnos/as los objetivos educativos que tenemos previstos para
esa sesión. • Justificar la utilización de los conocimientos que les intentamos
transmitir con las actividades que les vamos a plantear. • Plantearles las
actividades de forma lógica y ordenada. • Proponerles actividades que les hagan
utilizar distintas capacidades para su resolución. • Tomar los errores como
nuevos momentos de aprendizaje y como momentos enriquecedores. • Fomentar la
comunicación entre los alumnos/as y las buenas relaciones, realizando tareas de
grupo. • Plantear el razonamiento y la comprensión como la mejor herramienta
para la resolución de actividades y conflictos. • Aplicar los contenidos y
conocimientos adquiridos a situaciones próximas y cercanas para los alumnos/as.
Algunas pautas que pueden guiar los modos de actuación de los profesionales en
Educación Infantil en su relación con los educandos: a) Organización de la
actividad en grupos, a fin de que la consecución del incremento de la propia
competencia adquiera además significado como contribución a la consecución de
las metas del grupo, lo que puede facilitar el altruismo.
b) Dentro de
los límites irrenunciables impuestos por la naturaleza de la actividad a
realizar y por los objetivos de aprendizaje a conseguir, dar el máximo de
opciones posibles de actuación para facilitar la percepción de autonomía. c)
Centrar los mensajes a dar antes, durante y después de la tarea en los
siguientes puntos: • Antes: Orientar la atención de los sujetos hacia el
proceso de solución más que hacia el resultado. • Durante: Orientar la atención
de los sujetos hacia la búsqueda y comprobación de posibles medios de superar
las dificultades, para que eviten pensar que no las pueden superar. • Después:
1. Informar sobre lo correcto o incorrecto del resultado, pero centrado la atención
en el proceso seguido y en el valor del incrementado de competencia logrado, si
el resultado ha sido un éxito. 2. Facilitar la atribución de los resultados a
causas percibidas como internas, modificables y controlables, especialmente si
son fracasos. d) Organizar las evaluaciones a realizar durante el curso de modo
que los sujetos se centren no en comparar su ejecución con la de otros sujetos,
sino en la búsqueda en ellas y a partir de ellas de información que facilite la
consecución de nuevos aprendizajes. e) Dado que la falta de esfuerzo puede
deberse a la percepción objetiva de falta de capacidad para autorregular la
propia conducta durante el proceso de aprendizaje, facilitar el desarrollo de
tal capacidad mediante la enseñanza explícita de los procesos de pensamiento
relevantes.
4.- SISTEMAS DE MOTIVACIÓN INFANTIL Es
fundamental que cualquier tipo de sistema de motivación esté centrada en los
intereses y necesidades de los niños/as. En educación infantil, algunos de los
sistemas de motivación más adecuados son los siguientes: a) Cuentos, canciones,
poesías. Recursos muy motivadores que hacen que todos los niños/as participen.
b) Láminas decorativas. Al describirlas en clase, todos quieren comentar qué
ven en ellas, en qué se parecen a algo suyo… c) Charlas en la asamblea. Nuestro
entusiasmo al hablar con ellos es una de las cosas que les incita a realizar
las tareas que les encomendamos lo mejor posible. Además en ellas, los niños/as
quieren aportar sus ideas, inquietudes, sus historias, anécdotas… así, se hacen
partícipes de la vida escolar.
d) Premios.
A veces hay que recurrir a ellos para que su trabajo se vea realmente
recompensado. Para ello, podemos elaborar diplomas (“al niñ/a más
trabajador/a”...), utilizar pegatinas, regalitos... y sobretodo muchos mimos y
caricias, ya que al sentirse queridos quieren realizar el trabajo lo mejor
posible para que “su señorita esté contenta”. e) La sonrisa. Cada vez que un
niño/a acaba la tarea asignada correctamente podremos dibujar una gran sonrisa
como premio por su buen trabajo realizado. f) Marionetas. Son un instrumento de
grandes posibilidades para la estimulación del lenguaje, la creatividad, la
imaginación... Su utilización permitirá que niños/as afiancen contenidos
aprendidos y actitudes que han de adquirir. Ej. “Ramón es un niño muy malo que
como no se portaba bien, un hada lo convirtió en león y siempre está llorando
porque no se puede bañar y huele muy mal…..”.
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