Todos los sentidos son fundamentales para que el bebé pueda aprender
sobre su entorno. A través de situaciones cotidianas y normales podemos ayudar
a los niños a percibir toda la información que le proporcionan los sentidos
abriéndole las puertas así al mundo. De esta manera, conseguimos su desarrollo
integral.
Un
buen momento para estimular los sentidos
del bebé es durante su
alimentación, ya sea con el pecho o biberón. Durante la lactancia los sentidos
del bebé se estimulan de muchas y diversas formas: huele y saborea la leche,
percibe el calor del cuerpo de la madre, la toca, la mira, escucha el latir de
su corazón y su voz.
Cómo es el desarrollo de
los sentidos de los bebés
El olfato: los bebés perciben las sensaciones olfativas igual que
un adulto. Un olor puede ser agradable o no según el recuerdo al que el bebé lo
asocia. El olfato está directamente relacionado con el aspecto emocional, y por
lo tanto, genera preferencias. De esta manera, un olor le puede parecer
agradable o no.
El gusto: en el momento de nacer el sentido del gusto está tan
completo como el del adulto. Puede sentir los sabores básicos: ácido, dulce,
salado y amargo. Y transmitir la información al cerebro. Para que el niño pueda
conocer los sabores tiene que probarlos. Hay que estimularles en este sentido.
El oído: el bebé es sensible a los ruidos y nota diferencia entre la
intensidad de los diferentes sonidos que percibe. Así, le calma la voz de su
madre y la música y le alteran los ruidos fuertes.
El tacto: es un estímulo muy fuerte para el bebé. Es capaz de
notar el calor de la piel de la madre, su vibración y movimiento y esto supone
un gran estímulo para él.
La vista: la visión del recién nacido es borrosa y además, ve en
blanco y negro. Percibe los cambios de luz pero no será capaz de ver de forma
nítida hasta los 5 o 6 meses.
Cómo estimular la visión del bebé
El sentido
de la vista no es precisamente uno
de los sentidos más desarrollados al nacer. Para nuestros hijos el sentido del
olfato o del tacto suelen ser más determinantes en esta etapa de la vida, cosa
que, sin lugar a dudas, cambiará a lo largo de los primeros meses de vida.
La agudeza visual del recién nacido es limitada, la vista es el sentido que más
lentamente madura, va aumentando progresivamente hasta los 2 años de edad.
La visión del recién nacido es un sentido en vías de desarrollo; el bebé posee
una visión periférica, es decir, puede percibir lo que ocurre a su alrededor,
pero le es muy difícil enfocar bien un objeto situado dentro de su campo
visual.
¿Qué
es lo que le llama más la atención? Saber cómo ve un bebé recién nacido, nos facilitará las cosas a la hora de poder estimularle;
podremos elegir y optar por juguetes o colores que les atraigan.
Los
recién nacidos ven bien a una distancia de 20 ó 30 centímetros, el espacio
aproximado entre ellos y su madre durante la alimentación. Aunque no ponen mucha atención al mundo visual, su
pupila se contrae, parpadean cuando se les pone una luz brillante en los ojos y
también son capaces de percibir colores, aunque de manera más diluida.
A
partir de las 6 u 8 semanas, los neonatos podrán fijar su mirada
en un objeto y pueden seguir sus
movimientos, en este momento su pupila les permite percibir una amplia gama de
luces y sombras, captar contrastes y reconocer formas.
Cuando
fui con mi hijo a una de sus primeras revisiones, la pediatra atrajo su
atención poderosamente con una especie de raqueta blanca con una espiral negra
en su interior; el contraste y el efecto de movimiento que producía su
observación hizo que mi hijo se interesara y siguiera el recorrido del objeto
con su mirada.
La
manera de estimular a un bebé sería a través de los contrastes, es
decir cuando dos colores entran en contacto y se intensifica las diferencias
entre ambos. A lo largo del primer trimestre de vida, el estímulo más adecuado
será el contraste blanco y negro.
Durante
el segundo trimestre irán reconociendo colores como el rojo, el azul y el
verde… todos ellos colores intensos, y a partir de los 18 meses, pueden
distinguir la intensidad de otros muchos colores.
En
definitiva, es aconsejable recurrir a objetos o juguetes de formas bien
definidas y con colores vivos, si es posible en contraste con algún otro color
(mejor sólo con dos colores, ya que el contraste será mayor), así lograrás
atraer la atención de tu pequeño y educar su capacidad de observación.
Elegir
bien los juguetes o la
decoración de la habitación de tu
hijo, te ayudará a estimular la vista de tu bebé, sentido que juega un papel determinante para el
conocimiento dentro de nuestra sociedad de imágenes y comunicaciones.
Recuperado de: https://www.guiainfantil.com/blog/447/como-estimular-la-vision-del-bebe.html
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